Ucrania y Alemania ya resolvieron quiénes los representaran en la final de la Copa UEFA a dispuatarse en Estmabul. Shkhtar Donetsk y Werder Bremen salieron victoriosos en los duelos de semifinales y se aprestan a disputar la gran final.
Los naranjas fueron los primeros clasificafdos por uan cuestión netamente geográfica. El equipo local siempre fue un poco más, en el juego y en actitud. Porque a pesar de la igualdad en uno -que los llevaba al alargue- el Shakhtar se atrevió a pensar que podía llevarse el pasaje a Turrquía y se vio recompesnado. El juego había empezado bien para los locales que a los 17 estaban arriba con el gol de Jadson, uno de los tantos brasileros que forman parte de la plantilla que comanda Mircea Lucescu. Este tantop no cambió la necesidad del Dynamo que se veía obligado, pero esta vez para igualar la serie, a marcar al menos un tanto.
El gol llegó en el inicio de la segunda parte, de la mano de una de las figuras del equipo: el guineano Ismäel Bangoura puso el empate con una bella definición en el mano a mano. A partir de allí la situación postural del Shakhtar fue la de un conjunto que ve que sus posibilidades pasan por el ataque. Ilsinho, otro brasileño, mostró su categoría a un minuto del final para deshacerse de su marca y acomodar la pelota bien lejos del arquero del Dynamo. Gol, clasificación y locura para el primer equipo ucraniano finalista de esta copa.
Hamburgo salió de local a disputar su juego ante el Werder Bremen con la ventaja del 1-0 obtenido fuera de casa. Esa tranquilidad se potenció con el gol tempranero de Ivica Olic. El croata abrió el marcador a los 13 y la fiesta era absoluta en el Hamburg Arena. Nadie podía preveer el 3-2 final del Bremen. No sólo era una vemtaja en el marcador la del Hamburgo; en un juego deslucido era un poco más que el equipo de Thomas Schaaf. Sin embargo, todo empezó a cambiar de la mano de Diego. El ex Porto y Santos y probable jugador de la Juventus, igualó a los 29 picandosela a Frank Rost. En ese instante un sólo gol separaba a los verdes de la final del 20 de mayo. Poco después del gol, el 10 metió miedo con un remate que dio en el travesaño.
Si el panico cundía en el publico local, qué decir cuando el peruano Claudio Pizarro (en colaboración con Rost) puso en ventaja al Bremen con un disparo desde lejos. Faltaban 25 minutos y el juego por primera vez era favorable desde el resultado a la visita. Una pelota detenida le dio un margen en el resultado crucial al Bremen, ya que Frank Baumann puso el tercero. No era un festival, pero sí un triunfo muy merecido. En la agonía del juego Olic volvió a poner un pcoo de incertidumbre que casi se transforma en milagro cuando Rost llegó al área rial e intentó la gran Palop. No pudo, la final ya estaba definida en sus participantes.
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