miércoles, 6 de mayo de 2009

En medio de la oscuridad, Iniesta encontró el camino a Roma


Que el Barcelona esté en la final quizá sea lo menos sopresivo,lo extraño es la manera en la que accedió el conjunto catalán. Porque la igualdad en uno gracias al gol in extremis de Andrés Iniesta se dio en el partido en que menos mereció el equipo de Guardiola. Para el Chelsea quedará la sensación de haber estado en las puertas de un gran logro, pero se le escurrió la victoria como esos sueños que tiene uno y que luego cae en la cuenta de que en verdad no era realidad.

Hay muchos elementos que expolican esta igualdad, pues no fue mera casualidad; pero lo que sí es seguro es que en cuanto a opciones de gol por lado el conjunto londinense generó muchas más. En el comienzo, el Barça intento salir a monopolizar el balón. Sin Thierry Henry -lesionado- pero con muchos volantes para controlar el balón (Sergio Busquets, Xavi, Seydou Keita eIniesta, aunque devenido en extremo) había variantes en los culés y parecía comenzar a repetirse la historia vivida en el Nou Camp. De la nada, como un rayo, Michael Essien logró anotar un gol brillante. Volea de zurda y con marca encima que se incrustó en el arco defendido por Victor Valdés, que luego se convertiría en una de las figuras del juego.


El tanto fue un shock para los visaitantes que comenzaron a perder su buen juego. Lionel Messi fue colocado en el centro del campo y fueron más las veces que se vio impedido para recibir que las veces que logró encarar rumbo a la valla de Petr Cech. Los dirigidos por Guus Hiddink encontraron lo que buscaban demsiado rápido, así no tuvieron problemas en repetir el esquema utilizado en Cataluña aunque con más salidas de contra que en Barcelona. Florent Malouda empezó a tener mayor preponderancia tanto en defensa como en ataque. Daniel Alves no podía con él en ninguno de los dos aspectos del juego. Promediando en primer tiempo hubo una falta sobre el francés que el arbitro Tom Henning Ovrebo marcó afuera y era dentro del área. Ese fue el primero de los dos o tres penales no cobrados a los Blues. Didier Drogba, un gran valor del Chelsea en el juego, tuvo dos chances pero las desaprovechó. Del Barça poco y nada, pero no sólo por el diagrama defensivo de los locales sino que además se veían aturdidos y con muy poca movilidad en ataque.

El segundo tiempo parecía mostrar otra cara de los catalanes. Con más actitud aunque pocos resultados, los blaugranas (esta vez de amarillo) iban por la igualdad que les de el pasaje para el 27 de mayo a Roma. Sin embargo, ante cada intento de ataque, había una posibilidad en la contra para el Chelsea. En una de las tantas opciones que generó el equipo local, Eric Abidal no tuvo más remedio que tomar a Nicolas Anelka. Expulsión (algún arbitro hubiese amonestado solamente) y todo cuesta arriba para el líder de la Liga Española. El malí Keita pasó sobre la izquierda, formando una linea de cuatro con Yaya Toure (otro que no es defensor por naturaleza) y Dani Alves sobre el otreo sector. En ese instante Hiddink intentó protegerse demás. Quitó a Drogba (estaba con una molestia pero era lo más peligroso de su equipo) y colocó a Juliano Belletti. Por eso, no se notó (tanto) que los catalanes estuviesen con jugadores de menos en defensa. Sí en ataque perdieron más fuerza aun. Pique cometió otro penal pero no fue sancionado por el noruego al que pareció quedarle grande el juego.

Josep Guardiola tardó en introducir variantes (es cierto que tampoco tenía tanto en el banco) ya que recién entró a 5 del final Bojan Krkic en lugar de Sergio. Ya en los últimos minutos el Barça dejó de lado todas sus formas. Con Pique de 9, Samuel Eto´o de wing izquierdo y Alves enviando centro tras centro al área. Tras una contra más fallada por el Chelsea (Belletti) llegó el centro mil, que el punta camerunés del Barça dejó atras para un Messi rodeado por la marca. Amagó y se la dejó a Iniesta. El manchego remató con el empeine y la parte externa del botín. En el único disparo que fue en dirección al arco de Cech igualó el Barcelona. Delirio, Guardiola que corría y festejaba y Sylvinho que le recordbaa que haga cambios. En la última Eto´o cometió una jugada que pudo haber sido penal pero no en una semifinal sobre la hora y Michael Ballack enloqueció.

El mejor equipo hasta aquí de la Champiosn pasó en su peor partido, con un gol agónico en un juego que por llegadas mereció perder. El Chelsea que tiene una defensa prácticamente infranqueable permitió que un conjunto con un jugador menos le igualé en el último instante con libertades llamativas de los catalanes Pep Guardiola se equivocó, pero una vez más la genialidad de los interpretes permitió resolver esos inconvenientes. Hiddinbk mandó al equipo demasiado atrás y de forma innecesaria. Messi no apareció en su medida, pero resolvió con un pase en el momento preciso. Por último Iniesta que había pasado desapercibido sobre la izquierda quedará en el recuerdo de todos con un zapatazo para el recuerdo en el segundo minuto de descuento; qué lindo que es este deporte que nos permite emocionarnos con partidos y definiciones como esta.

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