viernes, 12 de junio de 2009

El Real Madrid, el club donde todo gira al revés


Las noticias se suceden acerca de los fichajes o los que pueden estar al caer desde Europa. Sin embargo, el epicentro único es Madrid. Desde la segunda asunción de Florentino Pérez, parece haberse iniciado una segunda etapa "galáctica", aunque existen diferencias entre el momento en el cuál se hizo cargo de la presidencia en su primera oportunidad y esta segunda.

En aquel momento en que asumió como Presidente del club nombrado por la FIFA como el mejor del Siglo XX, esto es a mediados de 2000, la entidad merengue estaba en un momento de revitalización a nivel deportivo. Luego de décadas sin logros a nivel continental, Lorenzo Sanz pudo llevar al club a dos títulos de Champions en 1998 y 2000, a pesar de que el nivel futbolístico (sobre todo en la primera conquista) no era óptimo. Sanz había asumido luego del paso de Ramón Mendoza quien signó su período por la famosa "Quinta del Buitre" (equipo que estaba dotado de Emilio Butragueño, Michel y Hugo Sánchez entre otros) exitosísimo a nivel doméstico pero deficiente en la Copa Europea. El sucesor de Mendoza vio facilitada su tarea debido a que el auge del Dream Team de Johan Cruyff ya había tenido su pico de rendimiento. Fue en ese marco que comenzó la reconstrucción postmoderna del Real Madrid. La elevada deuda del club comenzó a escalar, de todas formas, los fichajes no cesaron en ningún momento. Los símbolos de la primera Champions obtenida luego de 32 años fueron Pedraj Mijatovic y Davor Suker, dos foráneos provenientes de los convulsionados Balcanes.



De todas formas, en este marco donde tanto madridistas como blaugranas parecían perder sus identidades (uno como elemento simbólico del Estado Español, el otro de la resistencia catalana) apareció un jugador como Raúl, el encargado de ser el heredero de aquel legado tan propio del Real Madrid. La segunda Champions no fue suficiente para perpetuar a Sanz y arribó un miembro de la oligarquía constructora que se vio sumamente favorecido con la reconstrucción post franquista, con la apertura de España al continente. Con una billetera amplia, dispuesto a todo, no se quedó en pequeñeces y fue por uno de los pocos elementos "catalanizados" que tenía el Barcelona: Luis Figo. La jugada fue redonda, pues no sólo el portugués llegó con una Liga bajo el brazo (a pesar de que su rendimiento nunca fue similar al que mostró en el Barça), sino que además ése fue un símbolo más de la crisis culé (crisis que incluye el período de Louis Van Gaal a pesar de sus logros).

Al año siguiente, la llegada de Zinedine Yazid Zidane y la novena Orejona, y más tarde Ronaldo llegó cargado de goles para obtener otra Liga más. No era un club galáctico, pero sí ganador a la llegada de Pérez. Sin embargo, la diferencia la marcó en que rumbeó al club hacia el espacio del marketing, apartado en el cual el Manchester United había sido pionero. Sin embargo, esa política comenzó a hacer agua en el 2003. Se decidió no renovar los contratos de Fernando Hierro (otro de los poratdores de la identidad blanca) y a Vicente del Bosque (actual DT de España y con el cual el equipo había llegfado a rendir de muy buena manera). Se optó por Carlos Queiroz, ayudante de campo de Alex Ferguson en Inglaterra, y sindicado como el que "realmente sabe". Además, Claude Makelele no renovó su contrato debido a la baja oferta que el Real Madrid le realizó, al mismo tiempo que se pagaba una millonada para la marketinera llegada de David Beckham, innecesario en ese tiempo dentro de la cancha (pues esas funciones las tenía cubiertas con el batallador francés) pero muy útil para las arcas del club. La eliminación en cuartos de final de Champions ante el Monaco (en una serie increíble) y la pérdida de la Liga a manos del Valencia fueron las primeras muestras de que la política de "Zidanes y Pavones" era errónea.

Tres años sin ninguna celebración sacaron por la puerta de atrás a Pérez y todo su equipo. La llegada de Ramón Calderón no soluciono el asunto de fondo, y a pesar de evitar contrataciones grandilocuentes, hubo mucho más de improvisación que de proyecto en su gestión. De todas formas, obtuvo dos Ligas que no serán muy recordadas debido al paupérrimo nivel del cuadro madrileño. Además, mientras que el Madrid se hundía, el Barça tuvo su refundación de la mano de Joan Laporta, los culés volvieron a ser "mes que un club".


En esta oportunidad, Florentino Pérez llegó a un club perdedor, y que encima tiene enfrente al ciclo más exitoso en la historia del fútbol español ya que nunca se había alcanzado el famoso triplete, además del lujoso estilo que acompañó la gesta blaugrana. Neesitaba su llegda un shock, dar un golpe en el mercado, aunque todo esto parece excesivo. ¿Puede afrontar el club semejantes erogaciones? ¿Es el Real Madrid un caso excepcional a la crisis financiera?

Más allá de la repugnancia que puede generar la cifra gastaca entre los fichajes de Ronaldo y Kaká, y del gusto que también produce la sociedad entre grandes jugadores, esas dudas no son sólo de los aficionados y periodistas, sino también de dirigentes de otros clubes. No es posible que un club se endeude con tal de evitar el éxito rival, es un doping no sancionado que desvirtúa una competencia. Ni que hablar si arriba David Villa -casi hecho según la prensa española-, Frank Ribery, David Silva y Xabi Alonso.

No se discute el hecho de que puedan lograr un buen rendimiento dentro del campo (poca cosa le dejaron a Maneul Pellegrini, controlar un vestuario que a priori paree sobrepasarlo). De hecho, la base es ya de elite (Ruud Van Nistelrooy, Sertgio Ramos, Iker Casillas, Arjen Robben, Gonzalo Higuaín y Wesley Sneijder entre otros) pero suena a alocado y atemporal.

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