Era el choque más esperado de esta primera jornada de la Champions League. Por el Grupo F se enfrentaban Inter y Barcelona en un auténtico choque entre grandes figuras del continente. Sin embargo, poco brillo hubo en el San Siro y quizás los locales se hayan ido más conformes con el 0-0 de acuerdo a cómo se dio el trámite del encuentro.
El último campeón salió a desarrollar su libreto, pero con bajos niveles individuales en Lionel Messi y Zlatan Ibrahimovic. A pesar de esto pudo haberse puesto en ventaja con una jugada en la que el sueco quedó mano a mano pero fue despilfarrada por el palo izquierdo de Julio Cesar. Del lado local, las opciones llegaban en cuentagotas y generalmente tras la certera (pero poco ambiciosa) conducción de Wesley Sneijder. En el segundo tiempo, la actitud del equipo de José Mourinho fue mucho más cautelosa y dejó en claro que se conformaba con el punto. Sin embargo los catalanes no encontraron en ningún momento los caminos para vulnerar la defensa neroazzurra (buena tarea de Lucio y Walter Samuel).
En definitiva el morbo que generaba ver a Ibrahimovic y Samuel Eto´o ante sus ex equipos quedó en eso. Un choque que parecía más atractivo que decisivo pasó sin pena ni gloria y pronto será olvidado. Los que sí se anotaron un triunfo más que importante fueron los ucranianos del Dynamo de Kiev. 3-1 sobre el Kazan Rubin en condición de locales y tres puntos más que importantes de cara a lo que se viene. Para el conjunto ruso (última campeón de aquella liga) anotó Alejandro Domínguez con un delicioso tiro libre. Para el Dynamo Ayila Yussuf, Magrao y Oleh Gusev dieron vuelta el resultado.
Por el Grupo E hubo un duelo que puede resultar vital al final de la primera fase. El Olympique de Lyon recibía a la Fiorentina en una zona que a priori los tiene disputándose la segunda ubicación detrás del Liverpool. Los franceses a pesar de ir en todo momento en busca de la victoria recién obtuvieron su recompensa a quince minutos del final, cuando Miralem Pjanic marcó el tanto decisivo tras empujar un rebote que dejó Sebastian Frey. De todas maneras, hay que destacar la tarea del portero de la Fiorentina que le negó en más de una oportunidad la chance de festejar a Lisandro López y Bafetimbi Gomis.
Los Reds tenían un choque a priori más que accesible: en Anfiled Road se medían ante el Debreceni húngaro. Sólo un tanto de Dirk Kuyt fue la diferencia entre uno y otro lo que evidencia que los dirigidos por Rafael Benítez no han tenido el mejor de los arranques. Sorprendió la ausencia en el once inicial de Javier Mascherano. El volante central fue relegado por Lucas Leiva quien formó dupla de volantes junto a Steven Gerrard. De todas formas, a pesar de no haber brillado en el juego, el Liverpool arrancó con un triunfo y eso nunca es despreciable.
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